Dos monjes (1934)

Título original: Dos monjes

Director: Juan Bustillo Oro

Año: 1934

País: México

Sinopsis

Javier y Juan son dos monjes que, tras tener algunos altercados dentro de un monasterio, confiesan que su disputa es debido a que en el pasado conocieron a una joven mujer de la cual ambos estuvieron enamorados. De esta manera, los dos comienzan a narrar la historia de cómo es que terminaron así, sin embargo cada uno de ellos nos cuenta una versión diferente de lo ocurrido.

Sobre la película

Los años 30 podríamos decir que fueron la época de auge del cine sonoro en México, pues aunque ya desde los años 20 se habían comenzado a realizar películas sonoras, fue hasta 1932 con la producción de Santa, que el cine sonoro comenzó a despuntar, ya que con ella, además de que se empezó a utilizar el sonido óptico en las películas, también se convirtió en un referente posterior para el cine mexicano por la gran cantidad de recursos técnicos y de talento que reunió. Y es dentro de este nuevo cine que en 1934 aparece Dos monjes como una de las pioneras, y que al igual que sus contemporáneas, todavía tenía un aire muy teatral en cuanto a las escenografías y las actuaciones, ya que nos muestra unos personajes muy expresivos en sus movimientos y en sus ademanes, algo muy común en los inicios del cine, y que era aun más notorio en el cine silente, pues como es de suponer, el referente inmediato que se tenía era el teatro con toda esa expresividad necesaria por su propia esencia. Aunado a esto, en la realización de esta película lo que se buscaba era experimentar con varias técnicas y estilos que estaban apareciendo en la época, como los avances en el sonido óptico y las técnicas visuales, lo que causó que el filme desarrollara un estilo muy peculiar en su aspecto estético.

La estética

En la parte visual es muy notoria la influencia que tuvo del expresionismo alemán, con todos esos juegos de sombras y perspectivas distorsionadas tan características de dicha corriente. Además, un ambiente con escenarios que oscilan entre el monasterio y las casas antiguas, crean toda una atmósfera gótica, dándole un toque muy particular a la película. Es maravillosa por ejemplo esa secuencia donde con sólo siluetas se ve lo que ocurre tras las ventanas de la casa de enfrente, como si de un teatro de sombras se tratara.

La multiperspectiva

La historia utiliza el recurso de la multiperspectiva, o el también denominado «Efecto Rashomon», en donde se cuenta una misma historia por distintos personajes, dándonos así múltiples versiones de un mismo hecho, poniendo de esta manera en tela de juicio la verdad de la historia, y dando realce a la subjetividad de la misma. Este recurso aunque dentro del cine se le ha llamado «Efecto Rashomon», en realidad es mucho más antiguo, pues la propia película de Kurosawa lo toma del cuento En el bosque de Ryûnozuke Akutagawa, e incluso Dos monjes es anterior a la propia Rashomon que se estrenó hasta 1950.

De esta manera, con esta técnica de la doble visión, se pone de manifiesto la subjetividad de toda la historia y nos muestra las dos distintas versiones que cada uno de los monjes narra, dejando al espectador libre de tomar cualquiera de ellas. Este recurso, como ya se dijo, no nace ni en Rashomón, ni en el cine, sino que es una vieja forma de plantearnos la realidad y sus múltiples formas y perspectivas, muy utilizada por ejemplo en las novelas epistolares que desde el s.XVIII comenzaron a cobrar importancia, en donde puede haber varios personajes narrando los mismos acontecimientos, y cada uno de ellos nos muestra su propia visión de las cosas.

La película

Gracias a la restauración por parte de la Filmoteca de Bologna, Italia y de la Filmoteca de la UNAM, se puede ver de manera gratuita y en buena calidad tanto en la página como en el canal de la Filmoteca de la UNAM.

-Aeternitatis-

Deja un comentario